Elena Larionow. Maestra de maestros, compositora eximia, docente de alma, trabajadora incansable... Mucho podríamos decir y destacar de Elena, creadora que supo expresar a través de su obra una profunda sensibilidad y también un carácter fuerte, producto quizá de una niñez y una juventud que la marcaron a fuego en su Rusia natal y que felizmente encontró aquí, también su patria, la forma de sobreponerse y llevar adelante sus anhelos y su vocación musical.
Se formó musicalmente en Composición en el ex Conservatorio Nacional Superior de Música “Carlos López Buchardo” con el Mtro. Roberto García Morillo y en Piano con el Mtro. Eugenio Bures.
Su trayectoria como estudiante por el Conservatorio fue brillante y esto derivó en su designación como Profesora, ocupando así diversas cátedras, lo que se proyectó a otras instituciones educativas musicales.
Cuando el Conservatorio pasó al ámbito universitario transformándose en el actual Departamento de Artes Musicales y Sonoras de la Universidad Nacional de las Artes, Elena ocupó el cargo de Secretaria Académica, continuando luego con el dictado de cátedras.
En este sentido es de destacar su designación como Profesora de Composición, hecho trascendente porque, desde la fundación del Conservatorio Nacional en 1924, se constituyó en la primera mujer en ocupar el cargo en una cátedra que había estado exclusivamente bajo la responsabilidad de maestros hombres.
Integrante del Consejo Académico del DAMus, siempre colaboradora de sus actividades musicales y pedagógicas y dispuesta permanentemente a poner lo mejor de sí para llevar adelante los objetivos institucionales, Elena fue base sólida en su funcionamiento y en la organización de sus Planes de Estudios integrando la Comisión respectiva durante la etapa de creación del entonces Instituto Universitario Nacional del Arte.
Llegado el momento de jubilación, la Universidad Nacional de las Artes reconoció académicamente sus aportes y calidad pedagógica designándola Profesora Consulta de la misma.
Sencilla, humilde, generosa, con un humor inteligente, luchadora por el reconocimiento de la mujer en la actividad musical, para Elena Larionow nuestro agradecimiento y nuestro sentido recuerdo.
Su trayectoria como estudiante por el Conservatorio fue brillante y esto derivó en su designación como Profesora, ocupando así diversas cátedras, lo que se proyectó a otras instituciones educativas musicales.
Cuando el Conservatorio pasó al ámbito universitario transformándose en el actual Departamento de Artes Musicales y Sonoras de la Universidad Nacional de las Artes, Elena ocupó el cargo de Secretaria Académica, continuando luego con el dictado de cátedras.
En este sentido es de destacar su designación como Profesora de Composición, hecho trascendente porque, desde la fundación del Conservatorio Nacional en 1924, se constituyó en la primera mujer en ocupar el cargo en una cátedra que había estado exclusivamente bajo la responsabilidad de maestros hombres.
Integrante del Consejo Académico del DAMus, siempre colaboradora de sus actividades musicales y pedagógicas y dispuesta permanentemente a poner lo mejor de sí para llevar adelante los objetivos institucionales, Elena fue base sólida en su funcionamiento y en la organización de sus Planes de Estudios integrando la Comisión respectiva durante la etapa de creación del entonces Instituto Universitario Nacional del Arte.
Llegado el momento de jubilación, la Universidad Nacional de las Artes reconoció académicamente sus aportes y calidad pedagógica designándola Profesora Consulta de la misma.
Sencilla, humilde, generosa, con un humor inteligente, luchadora por el reconocimiento de la mujer en la actividad musical, para Elena Larionow nuestro agradecimiento y nuestro sentido recuerdo.